Mínimas: significado de un nombre porque quiere vivir el anonadamiento de Cristo, la hermana mínima de hace humilde y sencilla. En la oración en la acción en la inmolación la mínima consagra su vida al servicio de los hermanos especialmente pobres, ancianos, desamparados, para que las almas del purgatorio las más pobres entre los pobres, alcancen pronto el encuentro definitivo con Cristo.
Mínimas para proponer grandes cosas «cada una de nosotras es llamada a dar testimonio de Cristo a los hombres, sus hermanos… nuestra fe no puede permanecer oculta, ni tener su terminó en nosotras»
Mínimas para elevar el nivel de las cotizaciones de solidaridad y de justicia pero lo que más me destroza el corazón es ver el bien a la puerta y no poder abrirle, ver que con poco se podría hacer mucho y no poderlo realizar. Labores en el trabajo y con el trabajo construyen y defienden la propia dignidad femenina. Como gran señor que era Francisco faá di Bruno sintió compasión hacia aquellas mujeres consideradas como «pobres sirvientas» y que a menudo eran objeto de una explotación inhumana sin que nadie las protegiera.
Clarinas (encomendadas a Santa clara) una obra iniciada por Francisco faá di Bruno para acoger, promover y ayudar a muchachas con diversos problemas de orden físico. Hoy siguen siendo una componente inestimable de nuestra familia y nos ofrecen cada día sencilla es sacrificio y oración.
«Mínimas» para una educación al «máximo». En la escuela, de la primaria a la enseñanza media, para transmitir el alto ideal del saber de Francisco faá di Bruno. En la escuela primaria, secundaria y en las diversas escuelas técnicas nuestro esfuerzo tiene por único objetivo la formación integral del hombre, según el proyecto educativo básico de la escuela católica.
«Instruirme y ser útil a los demás son los goznes de la puerta de mi felicidad. ¿No son acaso la sabiduría y la bondad las dos prerrogativas de ese ser a cuya imagen hemos sido formados? Yo todo lo daría por lograr ese fin, y feliz el momento en que pueda alcanzarlo…» (Francisco faá di Bruno)
«Mínimas» pequeñas misioneras por Cristo para realizar el sueño del padre fundador mandaremos también hermanas en misión; para decir a los hermanos más pobres: me alegro de que existas; para expresar con nuestra vida nuestro ser: «padre, madre, hermano y hermana del Evangelio» para cada hombre. «Conserva en mi corazón, Señor, todo lo que de bueno y hermoso me enseñaron aquí; haz que no olviden nada y ayudan a ser «feliz» también mañana.» (Oración del pequeño Randy)
En la pastoral parroquial una presencia simple, sin pretensiones: para la iniciación cristiana, para la animación de la juventud, para la catequesis de los adultos, para el ministerio extraordinario de la eucaristía.
En la pastoral social Francisco faá di Bruno sintió compasión hacia aquellas mujeres consideradas como «pobres sirvientas» y que a menudo eran objeto de una explotación inhumana sin que nadie las protegiera.
Un carisma que rebasa los límites del tiempo… el carisma de la congregación es sufragar las almas del purgatorio.
… «qué feliz sería si lograse mantener con mis pequeñas vestales el fuego sagrado de la devoción a las almas del purgatorio…». (Francisco faá di Bruno)
Todas las tardes a las ocho, suena la campana. Las hermanas mínimas interrumpen sus actividades, se arrodillan allí donde se encuentran y rezan el » de profundis» por los caídos de todas las guerras, por los muertos en las calamidades, por las víctimas de la violencia.
Hoy somos… … una pequeña congregación, el pellizco de la levadura que en toda humildad y caridad hace fermentar el bien.
«Mínimas»: una gota en un océano de bien «no cesaré para que la gota de la providencia nunca os falte». (Francisco faá di Bruno).
Somos «mínimas» pero grandes por nuestra espiritualidad
Cristocéntrica «su empleo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo» (col 1,24), en favor de los hermanos vivos y difuntos.
Eucarística la eucaristía es el centro y la cúspide de nuestra vida, el manantial del que obtenemos constantemente toda las energías y los estímulos para ser «pan compartido», como deseaba nuestro padre fundador.
Mariana en María encontramos el modelo de inspiración más seguro. Ella nos enseña la disponibilidad a los planes divinos, la fidelidad a la misión recibida, la humildad de saberse instrumento en las manos de Dios, el amor por los «más pobres de entre los pobres», por los difuntos.
«Mínimas» para llevar en la Iglesia y en el mundo la herencia inestimable de Francisco faá di Bruno, beatificado en Roma por el Papa Juan Pablo II el 25 de septiembre de 1988.
Hemos nacido porque… «quien aspira a ellos, a dejar el bien como herencia a los siglos, no puede hacerlo sin religiosas… por eso me residía fundar con la ayuda de Dios, una nueva congregación…» (Francisco faá di Bruno)
un carisma que rebasa los límites del tiempo… «el fin de la congregación es sufragar las ánimas del purgatorio… qué feliz sería si lograse mantener con mis pequeñas vestales el fuego sagrado de la devoción a las ánimas del purgatorio» (Francisco faá di Bruno).