“He desistido de ir al Observatorio” y aquí tienes las razones: el señor Leverrier ha reorganizado el Observatorio hace un mes aproximadamente y no puedo soportar lo que me pide. Ten presente que tuve que pasar cuatro noches en una semana de 7 p.m. a 2 a.m., y asimismo cuatro días en la otra semana de 7 a.m. a 7 p.m., y sin poder alcanzar un beneficio intelectual para mí, y así, por casi dos años. (…) así, por las fuerzas de ambas partes [el Observatorio y el Gobierno] tendré ciertamente apreciar bien poco y probablemente perjudicado mi salud, que yo prefiero perder mejor por mi honor y por mi país que para la ventaja de Francia (…) no tengo ningún reproche; tengo la estima y las afecciones de cuantos componen el Observatorio, y podré siempre decir que fui Astrónomo adjunto al mismo. (…) pero pienso que las pretensiones de Leverrier se deban a su poca amabilidad conocida por todos y a un pequeño sentimiento de vanagloria francesa. (…) estoy contento de no ir al Observatorio. Me preparo ahora a convertirme en “Doctor en Ciencias” (…).